Visitar Cap Ferret
El cabo Ferret quedó inmortalizado en la película de Guillaume Canet «Les petits mouchoirs», pero es algo más que una zona turística. También es la puerta de entrada a la bahía de Arcachon y ofrece un paisaje único. Da la impresión de que las vacaciones no terminan…
- Sube a lo más alto del faro para admirar la vista panorámica en 360º.
- Haz una excursión a la Isla de los Pájaros para ver las cabañas típicas.
- Caminar por la arena y darse un chapuzón en el oceáno
El cabo Ferret invita a vivir siempre de vacaciones. Aquí todo es arena y naturaleza, fragilidad y magia. La península de Lège Cap Ferret no siempre estuvo aquí. Hace solo 2000 años que esta lengua de arena se estiró como si buscara proteger la bahía de Arcachon a la que impide la entrada. Aquí la arena se mueve. No hay riesgo de que te hundas en ella, pero cada año, el cordón se mueve erosionando un lado y aportando arena al otro. Desde lo alto del faro podrás apreciar este fantástico trabajo de la naturaleza. Verás los pasos de entrada a la bahía con sus fuertes corrientes, la bahía de Arguin diseñada por dichas corrientes y la Duna del Pilat, que se alza al fondo con majestuosidad. En el museo tendrás todo tipo de explicaciones al respecto.
Excursión a la Isla de los Pájaros
Un lugar único que no verás en ningún otro sitio. Esta isla se cubre con la marea alta y por eso sus casas típicas se construyen sobre pilares y las llaman cabañas tchanquées, porque mantienen la base en el agua. Antes de quedar sumergida por las tormentas y hasta finales del siglo XIX, la isla albergaba vacas y caballos. Desde entonces, es un lugar de pesca y está rodeado de criaderos de ostras. Se puede llegar en canoa o en lancha. Varios proveedores de servicios en el cabo Ferret podrán traerte aquí.
Pasea por la arena
El cabo Ferret es un lugar por el que disfrutarás paseando. Haz una parada por el emblemático muelle Bélisaire para tomar un helado, aprovecha para hacer algunas compras en sus hermosas tiendas, visita un taller de ostras y vuelve con una cesta llena de estos mariscos. Y cómo no, tendrás que darte un chapuzón en el océano ya que vas a echar la toalla sobre una de las playas más bonitas de Aquitania.